Nutrición para valientes
Tengo un nuevo amigo húngaro.
Mi primer amigo húngaro.
Qué, que sea húngaro es lo de menos, vaya.
Bueno, a lo que voy.
Verás.
Una amiga en común nos presentó una tarde de parque. El típico día que vas arrastrando los pies y el alma por el suelo.
Los niños jugaban y nosotras soltábamos por la boca todo el hartazgo del día, cuando apareció él.
Mi buena amiga y su inglés perfecto deslumbraban la escena.
– ¡Hey Roland, come on! This is my friend María.
Figúrate la escena…
Él ni papa de español, yo ni papa de inglés.
Me sacan sangre en ese momento y no sale gota, vamos.
Mi mente, en milésimas de segundo me planteó el escenario:
“En serio, ¿tenía que pasarme esto hoy?”, “Qué narices le digo yo, ahora que se me ha congelado el cerebro de repente?”, “María, eres muy cateta, hija”.
Sólo se me ocurría sonreír … y lanzar alguna frase suelta del tipo “i don´t undestand you”, jiji (la sonrisa de la muerte).
La peor escena que se podía dar aquella tarde, ocurrió.
Entonces él, que no yo, hizo un esfuerzo sobrehumano y dirigiéndose a mí, soltó:
– Maruia, ¿pour qué no me enseñas chú español y yo a chí inglés?
¡Qué valiente fue!
Y en qué compromiso me puso, el tío…
Sentí una mezcla muy extraña entre miedo, ganas de hacerlo y de salir corriendo a la vez… pero en ese justo momento me di cuenta de que era por ahí.
Tenía que aceptar.
La vida me lo estaba poniendo delante y no podía mirar hacia otro lado, otra vez.
Entonces se confirmó mi creencia : La vida es para los valientes.
La nuestra es una relación win to win. Los dos ganamos, siempre.
Si quieres que nuestra relación también lo sea, está bien, acepto.
Mira.
Será algo así.
Yo te persuado para que me compres, tú aprendes, yo me siento satisfecha, tú te entretienes y te preparas para cuando la vida decida darte un golpe de realidad como a mí con el húngaro. Pero a ti te pille fuerte y con conocimientos.
También puedes no hacer nada.
Si eres de los que piensa que tener una mejor salud no depende de uno mismo y que es más bien cosa de seres de luz, hazte un favor, no te apuntes a mi lista.
No vengo yo aquí a romper creencias…